El premio Darwin es un galardón virtual que se otorga a personas que han muerto como consecuencia de su propia estupidez, sin dejar siquiera descendencia. En términos sencillos, se trata de un premio a la muerte humana más ridícula. Cualquiera puede ser candidato, independientemente del país del mundo en el que viva. Los creadores del premio examinan todos los casos que se han producido a lo largo del año. El que tenga la muerte más estúpida se convierte en el ganador. A quién se le concedió el premio y por qué.
En 1996, un agricultor polaco que celebraba su próxima boda con sus amigos, recibió el premio. Los hombres estaban tonteando y golpeándose con nabos. De repente, el padrino decidió mostrar cómo se comportan los hombres de verdad… – Y se cortó su propio pie. Entonces, el frustrado novio tomó una sierra eléctrica y se cortó la cabeza.
En 1982 fue la única vez que el premio se concedió a un hombre que sobrevivió. Estamos hablando de un hombre que voló a 3.000 metros de altura en una silla a la que se ataron globos meteorológicos llenos de helio.
El premio de 2019 fue para los conductores polacos cuyos coches colisionaron en una autopista, sin que ninguno de ellos resultara herido. Sin embargo, decidieron averiguar quién era el responsable del accidente, se enzarzaron en una pelea y fueron arrollados por un camión, bajo cuyas ruedas murieron ambos.
1995 – el premio es para el conductor que decidió repostar su coche con combustible para cohetes y, como resultado, perdió el control y se estrelló a gran velocidad contra una roca en el desierto de Arizona, donde murió.
En 1999, un elaborado terrorista suicida francés, que utilizó 5 métodos suicidas a la vez, ganó el premio y no murió. Sin embargo, la muerte le alcanzó: al intentar acabar con su vida, cayó al agua fría y murió de hipotermia.
En 1994, el premio es para el estadounidense Jacques Lefevrier, que concibió un astuto plan para eliminar a sus padres y recibir su herencia, pero que cayó en la red y murió por un disparo accidental de su padre.
En 2017, la rusa Natalia Borodina decidió pasar sus vacaciones en la República Dominicana. Mientras viajaba en su coche, se asomó por la ventanilla y chocó con una señal de tráfico. La mujer murió a causa de sus heridas.
Otro premio Darwin fue concedido en 1998 a una pareja cuyos nombres no han sido revelados por los medios de comunicación oficiales. Lo único que se sabe es que vivían en Buenos Aires. Durante una de sus muchas discusiones, el marido tiró a su mujer por la ventana. No se cayó, sino que se colgó de los cables eléctricos. Al ver esto, el hombre se lanzó por la ventana, con la esperanza de llegar a ella.
En 2004 se premió a un sacerdote estadounidense que ató un árbol a su coche para ayudar a un conocido a arrancarlo. Como resultado, el árbol cayó sobre el coche y aplastó al pobre hombre.
1998, el premio recayó en un buzo víctima de las circunstancias. Se encontraba en una masa de agua cuando un helicóptero, que luchaba contra un incendio forestal en California, recogió agua con un cubo junto con el hombre. Como resultado, fue lanzado desde una gran altura y murió.